La Iª Comunión de Laura

Hoy tu alma se vistió de blanco,
el color que ha de regir tu vida,
y en tu mente, no han de anidar mentiras,
tan solo corazón y bellas obras,
si actúas con lealtad,
no habrá zozobras,
que quebrante la paz que hay en tu pecho,
has de ser el sol que dé calor
a las noches de invierno,
la luna que de luz al amor y a los sueños,
siendo reflejo fiel al alma,
que Jesús dejó en tu cuerpo.

El Circo Real

Erase una vez que se era, un castillo florecido, que tenía muchas personas y objetos de Gerona.

Unas de las personas eran; la princesa Sofia, el príncipe Dani y la princesa Ana.

Se lo pasaban muy bien en el castillo, pero el príncipe Dani, le encantaba jugar a la pelota y esta vez, lo hizo en el castillo, cuando el rey, le tenía dicho que no, y era porque no rompiera el cuadro real de cristal.
Un día jugando, lo rompió, entonces la princesa Sofia le dijo;
No te preocupes Dani
pero...sofía mañana es el circo y solo pasa una vez al año
Yo iré, aunque no podía ir
¿Sofia, harías eso por mí?
!Claro¡
¡Gracias! pero no podrás ir
No pasa nada Dani, voy a decirle a Papá, que yo he roto el cuadro,
Fue a decírselo a su padre con miedo de que le prohibiera ir al circo, a pesar de todo se lo dijo
Papá quiero hablar contigo,
¿que quieres Sofia?
He roto el cuadro real de cristal
¡pero Sofia! ¿porque has hecho eso?
¡Lo siento papá!
Siento mucho decir esto Sofia, pero este año no irás al circo
No importa, no me lo merezco.
Y llegó el gran día, el circo había llegado a la ciudad y todos fueron a verlo
Después de un largo rato viendo las actuaciones, Dani sintió remordimientos y junto con Ana, se acercó a su padre y le dijo
Papá, no es culpa de Sofia, el cuadro lo he roto yo
¿eso es verdad?
Sí papá, respondieron los dos a la vez.
Fueron al castillo a por Sofia
Todo el circo volvió a empezar de nuevo, para los reyes y los príncipes.

¡Y todos fueron felices y comieron perdices!

Laura Martinez Carrasco

El Castillo Encantado

Cuento de;
 Laura Martinez Carrasco 8 años

Erase una vez un niño llamado David, el niño era muy travieso y vivía en un castillo.
Sus padres habían comprado el castillo por 100€, muy poco dinero para un castillo, David sospechaba del vendedor, pero no sabía bien que le veía raro.
Un día, Davíd decidió hacer una trastada, cogió el bote de pimienta y lo dejó medio  abierto y le dijo a su padre; ¿quieres pimienta? el padre cogió el bote y...¡la que se lió!
El padre enfadado por la travesura, lo encerró en el torreón, lo que David quería para poder investigar, sin saber el miedo que iba a pasar, pues el torreón aparte de oscuro y húmedo, en una pared había un cuadro que le daba mucho miedo.
Al llegar la noche, David seguía encerrado, su padre lo perdonó para que durmiera en su cama, pero al día siguiente volvió a castigarlo y él aprovechó para investigar el porqué sospechaba del vendedor, al venderles el castillo por tan poco dinero.
Lo averiguó, gracias a un periódico que encontró en un mueble bajo el cuadro que tanto lo atemorizó la noche anterior.
En ese castillo, habían muerto dos personas y la gente creía que el espíritu de las dos personas, seguían en el torreón.
Llamó a sus padres y se lo contó y ellos llamaron a la policía y denunciaron al vendedor, que no era otro, que el asesino de los dueños del castillo.

Seguirá...

Canto para un nonato

 Laura aún no había nacido

Hoy quisiera escribirte un poema,
con hermosas palabras de amor,
y traer las estrellas, la luna
y ofrecerte del sol...su calor

Un camino de flores silvestres,
a tus pies, yo quisiera poner
y, gorriones cantando en tu puerta,
cada vez que va a amanecer

Yo quisiera, traerte la dicha,
en un carro de arena y de sal
y sirenas tejiendo tu cuna,
con las algas del fondo del mar

Yo quisiera tenerte en mis brazos,
y en las noches de invierno soñar
que la vida te traería mil dichas,
que en tu mundo, reinará la paz

Solo puedo, ofrecerte un poema
y, en las nubes del tiempo enviarte calor
cuándo abras los ojos, al mundo
sonará, con los rayos del sol

Ese amor, que te hizo posible,
luchará por hacerte crecer,
para hacerte la vida, más bella
y que seas persona de bien.

Ya en el aire del tiempo,
volará, un hermoso corcel,
en sus crines, llevará orgulloso
el poema que te quise hacer.

Nana Smith, derechos reservados

Laura y Rodrigo

. 

. Laura se quedó dormida,

a la sombra de la higuera,

y soñando entre sus hojas,

soñó, que era una princesa,

con un hermoso vestido

y zapatos de charol,

Laura bailaba feliz,

en el centro del salón.

Mas de pronto...oyó un maullido,

que su sueño despertó

y vio a su gato Rodrigo,

corriendo tras un ratón,

ven aquí gatito malo

 la princesita gritó,

 que también los ratoncitos,

los puso en el mundo Dios

Nana Smith, derechs reservados

               









Jugando a la Rueda

Caminito estrecho que lleva a la era,

donde juegan niños a la rueda rueda,

la mulita ciega arrastra el rastrillo

y la parva vuela sobre los caminos,

a la comba saltan todas mis amigas,

y yo voy cantando canciones antiguas,

a la rueda rueda, cantamos canciones

y a la rueda rueda suenan los tambores

el sol en el cielo ya se va ocultando,

la luna lo espera por darle un abrazo,

a la luna luna que ya nos marchamos,

a la luna luna nos vamos marchando

mañana volvemos le digo a la luna,

cubre con tu manto mi sierra moruna.

Nana Smith, derechos reservados

El Viejo Molino

Al viejo molino, se le rompió un aspa
el viento está triste, no puede girarla,
por mucho que sopla, el aspa está rota,
y no muele trigo la piedra,

no rota la rueda,
El trigo en un saco, lo llevó

 la abuela,
si no muele el trigo el viejo molino,
¿como haremos pan, tan solo con trigo?
pero el molinero,que es muy avispado,
 le vino una idea para arreglarlo.
manos a la obra dice el molinero,
con este martillo, clavos y un serrucho,
en unos minutos lo arreglo seguro,
ric rac con la sierra, pim pam el martillo,
el aspa de nuevo ha vuelto a su sitio,
la rueda ya gira y prensa la piedra,
el trigo que en saco llevara la abuela,
y con esa harina y agua del arroyo,
nos hará la abuela unos ricos bollos.

Nana Smith, derechos reservados





                                                                             

La amiguita del otro lado del Mar

Yo tengo una amiga
de color marfil,
sueño que jugamos
bajo un cielo añil,
ella está muy lejos,
al cruzar el mar
y cuando me escribe,
me quiere contar,
 que quiere que un día,
podamos jugar,
en su hermosa casa
en su dulce hogar,
y yo que no tengo
una casa hermosa,
tan solo un campito
y una pobre choza,
cuando estoy dormida
le pido a Diosito,
que mande una barca
con sus angelitos,
y así algún día
poder navegar,
por las aguas bravas
de ese inmenso mar,
llegar a esa tierra
donde existe el pan,
las casas bonitas,
las flores los campos
y esos amiguitos,
que siempre he soñado.

Nana Smith, derechos reservados